terrarios para iguanas.
Las
instalaciones destinadas a albergar reptiles suelen recibir el nombre
de terrarios, aunque algunos aficionados prefieren llamarlos vivarios.
El terrario tiene que ser lo suficientemente amplio como para que los
anjmales que pensemos colocar en él se sientan a gusto y para que
podamos acoplar todos los elementos técnicos necesarios para
proporcionarles unas condiciones ambientales idoneas (calefaccion,
luminacion, humedad, ventilacion, etc.). Ademas. la instalación debe ser
facil de limpiar y tener un aspecto agradable. Naturalmente, deberá
ser a prueba de fugas. La forma del terrarlo no es muy importante. Sin
embargo, para las iguanas arboricolas será mejor emplear terrarios
altos, mientras que las especies terrestres se contentarán con terrarios
más planos. Actualrnente pueden adquirirse terrarios que ya vienen con
todos los elementos técnicos instalados. pero la mayoría de los
aficionados prefieren construírselos ellos mismos. Para construir un
terrario podemos partir de materiales muy diversos, y muchos disfrutan
adaptando equipos adquiridos en tiendas de segunda mano o en almacenes
de bricolaje.
TERRARIOS ESTANDAR
Hasta hace algum tiempo, lo mas habitual era alojar a las especies pequeñas en acuarios adaptados, y éstos siguen siendo ideales para los
iguanidos pequeños y los juveniles de las especies grandes. especialmente si es necesario mantener un elevado grado de humedad.
Hay que asegurarse de que el terrario tenga su?ciente ventilacion, sobre todo teniendo en cuenta que ésta solamente se realiza por arriba.
Empleando sellador de silicona, es posible construir terrarios de vidrio de todos los tamaños y formas imaginables, y si combinamos vidrio y metacrilato se pueden perforar orificios de ventilación en los laterales o en el panel posterior (el metacrilato es muy fácil de taladrar). El vidrio es el mejor material para construir un terrario en el que la parte inferior vaya a estar permanentemente llena de agua, mientras que la tapa de vidrio la construiremos preferiblemente de madera (contrachapado) o plástico y tendrá aberturas cubiertas de tela metalica para la calefacción y la iluminación. Los terrarios también pueden construirse de madera, pero a esta habrá que aplicarle algunas capas de barniz atóxico para evitar que se deteriore rápidamente a causa de la humedad. Es muy sencillo construir un terrario formado por una especie de caja de contrachapado cuya cara frontal sea un vidrio con bastidor de madera. Para que los laterales, base y cubierta sean más fáciles de encolar y ensamblar, es recomendable emplear contrachapado de 10 mm. El vidrio puede deslizarse por unas guías colocadas en los laterales o en los paneles superior e inferior. También puede montarse el vidrio en un marco de madera y unirlo con bisagras a la cara anterior del terrario (pero vaya con cuidado porque algunos iguánidos pueden llegar a crecer bastante y son capaces de destrozar el vidrio con bastante facilidad). En los laterales del terrario tienen que perforarse grupos de orificios para la ventilación a un tercio de la altura. En la parte superior se harán otros más para facilitar las corrientes de convección. En vez de hacer agujeros separados también se puede recortar un trozo del lateral y sustituirlo por tela metálica, que tendrá un aspecto más estético si se la enmarca con un ribete de madera. En la base del terrario se puede montar una bandeja deslizable de metal o plástico, que nos servirá para extraer fácilmente el sustrato para su limpieza o renovación. Naturalmente, los animales grandes necesitarán un terrario de las dimensiones apropiadas. A pesar de que es factible realizar los terrarios con madera y vidrio, he visto muchas instalaciones construidas a partir de un cajón o un armario reciclado. En los lugares en que venden material de derribo es fácil encontrar ventanas con marco de aluminio que pueden ser muy útiles para montar un terrario. Las dimensiones mínimas de un terrario para una pareja de iguanas verdes adultas o animales similares deberían ser de 180 cm de largo x 180 cm de alto x 90 cm de profundo.
INSTALACIONES AL AIRE LIBRE
Si usted vive en un lugar en el que vivan ìguánidos silvestres, o si vive en una zona en la que no hay ìguanídos pero que disfruta de un clima apropiado para estos animales, puede considerar la posibilidad de montar una instalación al aire libre. A los iguánidos les conviene mucho el aire libre y el sol, y si la instalación es correcta, muchos de ellos podrán vivir en semilibertad y buscarán su propia comida (a pesar de que no es bueno confiar en que así coman lo suciente). Además, establecerán sus demarcaciones territoriales y es mas fácil que lleguen a reproducirse. Una instalación al aire libre para las iguanas consiste en un montículo rodeado por una valla segura. El tamaño de la instalacion dependerá del espacio de que disponga, del dinero que piense gastar en la obra, del número de iguánidos que desee mantener y de su talla. Elija un lugar lo más expuesto al Sol que le sea posible: lo ideal es que la ladera del montículo central este orientada hacia el sur. Al construir las paredes tenga la precaución de hacer unos fundamentos de por lo menos 50 cm de profundidad para evitar que sus animales excaven galerias que puedan darles la libertad. Un consejo: el montìculo central puede formarlo con la tierra que extraiga para construir los fundamentos. Para la mayoría de iguánidos pequeños [Sauromalus ssp., por ejemplo), no es necesario que la pared supere los 120 cm de altura. Sin embargo. para otras especies harán falta de 180 a 210 cm. Estas paredes pueden construirse con ladrillos o con bloques revocados con una capa de cemento. Para evitar que los ejemplares más ágiles lleguen a fugarse, es importante que la parte superior del muro tenga un remate que se prolongue unos 30 cm hacia el interior de la instalación. También es conveniente que entre el monticulo central y la pared haya una distancia de por lo menos 1,5 metros para evitar que alguna iguana se anime a saltar desde lo alto del montículo hasta la parte superior del muro. Este espacio puede estar ocupado por un foso de cemento con agua o por una extensión de gravílla sin plantas. Si se desea que esta instalación al aire libre tenga un aspecto aún más atractivo, se puede añadir un estanque, una cascada o un arroyo. El monticulo central puede decorarse con rocas y plantas. Las plantas con flores atraerán a muchos insectos que constituirán un buen complemento para el menú de nuestros animales. También es aconsejable disponer de algunas zonas arenosas sin plantas para que las hembras puedan enterrar sus huevos.
Si usted vive en un lugar en el que vivan ìguánidos silvestres, o si vive en una zona en la que no hay ìguanídos pero que disfruta de un clima apropiado para estos animales, puede considerar la posibilidad de montar una instalación al aire libre. A los iguánidos les conviene mucho el aire libre y el sol, y si la instalación es correcta, muchos de ellos podrán vivir en semilibertad y buscarán su propia comida (a pesar de que no es bueno confiar en que así coman lo suciente). Además, establecerán sus demarcaciones territoriales y es mas fácil que lleguen a reproducirse. Una instalación al aire libre para las iguanas consiste en un montículo rodeado por una valla segura. El tamaño de la instalacion dependerá del espacio de que disponga, del dinero que piense gastar en la obra, del número de iguánidos que desee mantener y de su talla. Elija un lugar lo más expuesto al Sol que le sea posible: lo ideal es que la ladera del montículo central este orientada hacia el sur. Al construir las paredes tenga la precaución de hacer unos fundamentos de por lo menos 50 cm de profundidad para evitar que sus animales excaven galerias que puedan darles la libertad. Un consejo: el montìculo central puede formarlo con la tierra que extraiga para construir los fundamentos. Para la mayoría de iguánidos pequeños [Sauromalus ssp., por ejemplo), no es necesario que la pared supere los 120 cm de altura. Sin embargo. para otras especies harán falta de 180 a 210 cm. Estas paredes pueden construirse con ladrillos o con bloques revocados con una capa de cemento. Para evitar que los ejemplares más ágiles lleguen a fugarse, es importante que la parte superior del muro tenga un remate que se prolongue unos 30 cm hacia el interior de la instalación. También es conveniente que entre el monticulo central y la pared haya una distancia de por lo menos 1,5 metros para evitar que alguna iguana se anime a saltar desde lo alto del montículo hasta la parte superior del muro. Este espacio puede estar ocupado por un foso de cemento con agua o por una extensión de gravílla sin plantas. Si se desea que esta instalación al aire libre tenga un aspecto aún más atractivo, se puede añadir un estanque, una cascada o un arroyo. El monticulo central puede decorarse con rocas y plantas. Las plantas con flores atraerán a muchos insectos que constituirán un buen complemento para el menú de nuestros animales. También es aconsejable disponer de algunas zonas arenosas sin plantas para que las hembras puedan enterrar sus huevos.
INVERNADEROS
En un invernadero con calefacción pueden reunirse las ventajas de las instalaciones interiores y las exteriores. Este tipo de montajes resultan ideales para mantener cómodamente a las especies tropicales y subtropicales en un clima templado y son lo más parecido a una instalación al aire libre. Su principal problema es el precio, pues no es barato mantener las condiciones idóneas en un espacio tan amplio. Pero si puede permitírselo, no se arrepentìrá de la inversión realizada. Puede reproducir una selva tropical en miniatura y mantener una humedad muy elevada empleando vaporizadores, cascadas o estanques con calefacción (de todos modos, recuerde que a los iguanidos no les conviene una humedad demasiado elevada). Hay que colocar numerosas lámparas calefactoras para que puedan elegir lugares más o menos calientes, y recuerde que estas lámparas deberán estar bien apartadas del agua. La temperatura nocturna no bajará de los 18 °C y habrá que cuidar de que en verano no suba más de la cuenta, por lo que sera conveniente instalar un termostato para regular la temperatura. Las ventanas y las aberturas de ventilación deberán estar cubiertas con tela metálica para evitar fugas, mientras que los tubos y demás aparatos empleados para la calefacción tendran que estar protegidos de forma que los animales no puedan quemarse ni entrar en contacto directo con ellos.
En un invernadero con calefacción pueden reunirse las ventajas de las instalaciones interiores y las exteriores. Este tipo de montajes resultan ideales para mantener cómodamente a las especies tropicales y subtropicales en un clima templado y son lo más parecido a una instalación al aire libre. Su principal problema es el precio, pues no es barato mantener las condiciones idóneas en un espacio tan amplio. Pero si puede permitírselo, no se arrepentìrá de la inversión realizada. Puede reproducir una selva tropical en miniatura y mantener una humedad muy elevada empleando vaporizadores, cascadas o estanques con calefacción (de todos modos, recuerde que a los iguanidos no les conviene una humedad demasiado elevada). Hay que colocar numerosas lámparas calefactoras para que puedan elegir lugares más o menos calientes, y recuerde que estas lámparas deberán estar bien apartadas del agua. La temperatura nocturna no bajará de los 18 °C y habrá que cuidar de que en verano no suba más de la cuenta, por lo que sera conveniente instalar un termostato para regular la temperatura. Las ventanas y las aberturas de ventilación deberán estar cubiertas con tela metálica para evitar fugas, mientras que los tubos y demás aparatos empleados para la calefacción tendran que estar protegidos de forma que los animales no puedan quemarse ni entrar en contacto directo con ellos.